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lunes, 3 de octubre de 2016

Las fiestas

Ahora que ya ha pasado un tiempo desde que finalizaron las fiestas, me gustaría hacer una reflexión acerca de qué queremos que sean.

Pareciera que el modelo Pamplona es lo que se busca pues hacemos de la fiesta ya no un evento multitudinario para turiasonenses y poblaciones próximas, sino un evento masivo donde viene gente de distintas partes del territorio nacional e incluso del extranjero.

En un principio no suena tan mal, al fin y al cabo genera turismo y los comercios de la rama hostelera particularmente se ven muy favorecidos.

Sin embargo, paseando con mi hija, quisimos ir un rato al parque y de camino nos topamos con montones y montones de basura. Eso fue lo primero que me hizo recordar a Pamplona. Los montones de basura y la imagen poco agradable que representa. Lo segundo fue ver mucha gente con poco control sobre sí mismos por los altos estados de embriaguez y el "todo vale" que la fiesta parece llevar consigo de manera implícita. Y ese "todo vale" me hizo recordar los recientes casos de violencia sexual en Pamplona,  los robos, la prostitución y el vandalismo que a pesar de toda la vigilancia que hay (que es mucha) se produce.



Entonces creo que llega el momento en que cada uno debe ponderar beneficios y perjuicios. Los comercios se ven favorecidos y hay ingresos por ello, pero a su vez también hay gastos en concepto de mantenimiento, orden público, limpieza, etc...,

Los hoteles se llenan pero no podemos cubrir toda la demanda existente, peor aún con el reciente cierre del hotel de mayor capacidad habitacional, con lo que son otras poblaciones las que se benefician por ello.

No estoy seguro que el beneficio económico sea tan grande como para justificar el que la fiesta pase a ser de multitudinaria a masiva ¿Por qué muchos comercios hosteleros optan por cerrar durante esas fechas? Entonces la razón principal tendría que ser simplemente que nos guste que sea así como se está desarrollando durante los últimos años, sin más. Lo que nos lleva a otra pregunta:

¿Qué nos gusta de la fiesta?

Los toros por ejemplo es bien sabido que gozan de una alta demanda y no pienso entrar ahora en el debate de toros sí toros no. Dejemos a los toros. Pero ¿y a los que no les gusta? ¿Qué alternativa les damos?

A los jóvenes. ¿queremos  que todo sea fiesta y baile (y alcohol)? u ofrecemos algo más.
Antes que me echen a los leones quiero aclarar que no estoy pidiendo que quiten los toros ni el alcohol, sólo estoy sugiriendo que se vayan probando cosas nuevas. Si tienen aceptación, otro año las repetimos. Si no, probamos otra cosa.


Un ejemplo de esto es la coronación del Emperador Carlos. Fue algo novedoso que gustó y a partir de entonces se repite todos los años. Y sobre todo es algo DIFERENTE. Mucha gente me dice que en fiestas se va porque es siempre igual y como hay tanta gente se agobian y se van a otro lugar. No quiero llegar a la misma conclusión.

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