Las fiestas
Ahora que ya ha pasado un tiempo desde que finalizaron las
fiestas, me gustaría hacer una reflexión acerca de qué queremos que sean.
Pareciera que el modelo Pamplona es lo que se busca pues
hacemos de la fiesta ya no un evento multitudinario para turiasonenses y
poblaciones próximas, sino un evento masivo donde viene gente de distintas
partes del territorio nacional e incluso del extranjero.
En un principio no suena tan mal, al fin y al cabo genera
turismo y los comercios de la rama hostelera particularmente se ven muy
favorecidos.
Sin embargo, paseando con mi hija, quisimos ir un rato al
parque y de camino nos topamos con montones y montones de basura. Eso fue lo
primero que me hizo recordar a Pamplona. Los montones de basura y la imagen
poco agradable que representa. Lo segundo fue ver mucha gente con poco control
sobre sí mismos por los altos estados de embriaguez y el "todo vale"
que la fiesta parece llevar consigo de manera implícita. Y ese "todo
vale" me hizo recordar los recientes casos de violencia sexual en
Pamplona, los robos, la prostitución y
el vandalismo que a pesar de toda la vigilancia que hay (que es mucha) se
produce.
Entonces creo que llega el momento en que cada uno debe
ponderar beneficios y perjuicios. Los comercios se ven favorecidos y hay
ingresos por ello, pero a su vez también hay gastos en concepto de
mantenimiento, orden público, limpieza, etc...,
Los hoteles se llenan pero no podemos cubrir toda la demanda
existente, peor aún con el reciente cierre del hotel de mayor capacidad
habitacional, con lo que son otras poblaciones las que se benefician por ello.
No estoy seguro que el beneficio económico sea tan grande
como para justificar el que la fiesta pase a ser de multitudinaria a masiva
¿Por qué muchos comercios hosteleros optan por cerrar durante esas fechas?
Entonces la razón principal tendría que ser simplemente que nos guste que sea
así como se está desarrollando durante los últimos años, sin más. Lo que nos
lleva a otra pregunta:
¿Qué nos gusta de la fiesta?
Los toros por ejemplo es bien sabido que gozan de una alta
demanda y no pienso entrar ahora en el debate de toros sí toros no. Dejemos a
los toros. Pero ¿y a los que no les gusta? ¿Qué alternativa les damos?
A los jóvenes. ¿queremos
que todo sea fiesta y baile (y alcohol)? u ofrecemos algo más.
Antes que me echen a los leones quiero aclarar que no estoy
pidiendo que quiten los toros ni el alcohol, sólo estoy sugiriendo que se vayan
probando cosas nuevas. Si tienen aceptación, otro año las repetimos. Si no,
probamos otra cosa.
Un ejemplo de esto es la coronación del Emperador Carlos.
Fue algo novedoso que gustó y a partir de entonces se repite todos los años. Y
sobre todo es algo DIFERENTE. Mucha gente me dice que en fiestas se va porque
es siempre igual y como hay tanta gente se agobian y se van a otro lugar. No
quiero llegar a la misma conclusión.